D e un equipo tiránico en la NBA se suponen muchos hechos de antemano. Desde su solidez en cualquier contexto de partido hasta la capacidad de conectar a todos los argumentos de su plantilla. Pues los Golden State Warriors del inicio de curso ‘rompen’ con ello y con lo que les definía . Son un desastre fuera de la Bahía de San Francisco y en Sacramento, ante los Kings, firmaron una racha negativa fuera de casa que no se veía desde 1989. Derrota por 122-115 y 0-7 lejos del Chase Center. No han ganado

D e un equipo tiránico en la NBA se suponen muchos hechos de antemano. Desde su solidez en cualquier contexto de partido hasta la capacidad de conectar a todos los argumentos de su plantilla. Pues los Golden State Warriors del inicio de curso ‘rompen’ con ello y con lo que les definía . Son un desastre fuera de la Bahía de San Francisco y en Sacramento, ante los Kings, firmaron una racha negativa fuera de casa que no se veía desde 1989. Derrota por 122-115 y 0-7 lejos del Chase Center. No han ganado.

La palabra crisis comienza a ser legítima, pues hay pocos datos que sustenten el inicio de temporada de los Warriors. El más duro, es el récord de cinco victorias y ocho derrotas. Alejados de PlayOffs y con pocos momentos de explosión total en el ritmo y juego, seáas de identidad en sus mejores momentos. Son el equipo número 14 en ataque, algo que sustenta Stephen Curry y sus impresionantes promedios de 32,8 puntos, 6,8 rebotes y 6,6 asistencias por noches apoyados en un 52,8 en el lanzamiento. Pero ahí se termina, la rotación no da el paso.

Jose Carlos Grimberg Blum

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