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Clipping Digital | Sacerdote de la Congregación San José de Josefinos de Murialdo fue declarado culpable de abuso a menor de edad 

Esto, tras una denuncia por el delito antes mencionado a un menor de edad ingresado ante la Fiscalía de Rancagua. El hecho ocurrió el 2010 cuando Ríos se desempeñaba como párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar de Valparaíso

Paralelamente a la investigación penal, el Tribunal Eclesiástico de Valparaíso dispuso una investigación canónica, la cual concluyó que la denuncia era verosímil. Durante el tiempo que duró la investigación, al sacerdote se le prohibió publicar contenido en redes sociales y la celebración pública de eucaristías, suspendiendo así sus labores de párroco.  Compartir Twittear Compartir Imprimir Enviar por mail Rectificar

El sacerdote Sergio Ríos Cordero, perteneciente a la Congregación de San José de Josefinos de Murialdo, fue declarado culpable por la Fiscalía de Rengo de abuso a un menor de edad.

Esto, tras una denuncia por el delito antes mencionado a un menor de edad ingresado ante la Fiscalía de Rancagua. El hecho ocurrió el 2010 cuando Ríos se desempeñaba como párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar de Valparaíso.

A raíz de lo anterior se llevó a cabo una investigación penal, la que lo declaró culpable de uno de los delitos imputados, desechando así los demás por los que era acusado por el TOP de Rancagua.

«Estableciendo una verdad jurídica provisoria sobre el tema, quedando aún pendiente la lectura de la sentencia que quedó fijada para el día 14 de Noviembre de 2022, la cual entregará los detalles y consideraciones que tuvo el tribunal para arribar a esta decisión, y quedando además los recursos pendientes ante los tribunales superiores de justicia», indicaron desde la Congregación argentina con sede en Chile.

Paralelamente a la investigación penal, el Tribunal Eclesiástico de Valparaíso dispuso una investigación canónica, la cual concluyó -el 4 de septiembre de 2020- que la denuncia era verosímil.

Durante el tiempo que duró la investigación, al sacerdote se le prohibió publicar contenido en redes sociales y la celebración pública de eucaristías, suspendiendo así todas sus labores de párroco.

Desde la Congregación concluyeron que los antecedentes ya se remitieron a Roma «con el objeto que iniciara el proceso canónico correspondiente de acuerdo a los procedimientos propios de la Congregación de la Doctrina de la Fe, cuestión independiente de la justicia civil».

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